En este documental se cuentan cosas tremendas, realmente impactantes. Cuando jueces y policías revelan las amenazas, el acoso, la difamación, las campañas de descrédito... que sufrieron, los obstáculos a la investigación, y aún peor, la soledad con que trabajaron, alcanzas a ver la dimensión real de la corrupción, un mal verdaderamente endémico del país.
Y como guinda del pastel, saber que no más del 1% es lo que el Estado logra recuperar de lo robado en este caso y cualquier otro, y que lo descubierto sólo es una mínima parte porque no hay medios materiales ni de ningún otro tipo.
Marbella, actualmente, sigue en quiebra desde entonces. De los casi 500 millones de euros robados a las arcas públicas, se han recuperado únicamente 60, ahí es nada.