
Sumar ha sido el peor enemigo de lo poco que queda de fuerzas de izquierda en este país. Un engendro que utiliza todas las malas artes posibles para destruir a sus adversarios mientras divide a los que deberían dar la batalla juntos. El tiempo ha dejado en mal sitio a Yolanda Díaz y a los suyos. Por donde pasan no crece la hierba.