- El torneo parisino rindió un sentido homenaje al tenista balear, vencedor sobre la arcilla en hasta 14 ocasiones
Rafa Nadal volvió a protagonizar una jornada inolvidable en Roland Garros y esta vez sin necesidad de empuñar una raqueta. El tenista español, que anunció su retirada en octubre de 2024, acudió a la pista Philippe Chatrier para recibir el homenaje del torneo que le ha encumbrado como el rey de la tierra batida y como uno de los mejores tenistas de la historia.
Al acto no le faltó detalle ni emoción: camiseta conmemorativa para todos los asistentes, vídeo de su trayectoria, ovación cerrada, discurso del balear y presencia de los inigualables Roger Federer, Novak Djokovic y Andy Murray. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando la organización descubrió una placa con la huella de su pie derecho, su nombre y el número 14 (las veces que ha ganado Roland Garros) que permanecerá para siempre en la pista central de París.
“Pensaba que sería solo para este año, pero no tengo palabras para expresar lo que significa, es un honor gigantesco lo que significa tener eso en la pista más importante de mi carrera”, explicó Nadal a su salida del homenaje.
Nadal dejó una legado insuperable en París y ahora tendrá una huella imborrable en la pista donde ganó 14 títulos en 19 participaciones, algo nunca visto y difícilmente repetible. Hasta la llegada del español, el rey de la arcilla era el francés Max Décugis, vendedor en 8 ocasiones, pero muy lejos de su marca.
Muchos tenistas han salido ovacionados de Roland Garros y han quedado en la retina de los aficionados, pero el balear tendrá un pequeño rincón de homenaje sobre la arcilla: “Tener un trocito de mí para siempre en la Philippe Chatrier me emociona solo de pensarlo”.
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