¡Increíble!
A Olivier le ha cambiado la vida una terapia contra el cáncer producida en su propio hospital
Una red de centros públicos liderados por el Clínic de Barcelona ofrece a sus pacientes terapias CAR-T desarrolladas al margen de la industria, por un precio cuatro veces inferior y muy buenos resultados
Un trasplante de médula y seis años con ciclos de quimioterapia. El mieloma múltiple de Olivier se resistía a todos los tratamientos. Había momentos puntuales en los que este cáncer de sangre se volvía indetectable, pero regresaba al poco. No había nada que consiguiera controlar bien la enfermedad, pero el curso de su vida cambió en 2021 cuando su hematóloga le propuso entrar en un ensayo clínico: tomarían sus propias células, concretamente los linfocitos T, y las entrenarían en el laboratorio para enseñarles a combatir las cancerígenas. La terapia tenía algo de especial. Se producía en su propio hospital, el Clínic de Barcelona, sin la participación de ninguna farmacéutica. De manera autosuficiente. Tres años después de ese proceso, la enfermedad de Olivier está en remisión completa.
“Arrastraba semana sí y semana no de sesiones de quimio, medicación en casa. Estaba preocupado porque resurgía. Aceptar ser parte del ensayo me ha cambiado la vida. He vuelto a vivir”, cuenta el paciente en conversación con elDiario.es. Los resultados fueron muy rápidos. Apenas mes y medio después de la segunda transfusión, ya no había rastro de células tumorales en su sangre. “Físicamente estoy bien, no tengo limitaciones. Pero diría que la gran diferencia es la anímica. No tener que acudir al hospital, no necesitar tratamientos de forma constante, la sensación de incertidumbre... ”, relata Olivier.
Estas terapias personalizadas producidas al margen de la industria –llamados en la jerga técnica CAR-T académicos– son una revolución por dos motivos. Por un lado, están obteniendo resultados muy buenos en los pacientes. De las 150 personas con mieloma múltiple desde 2020 en el Clínic, el 60% “tiene una respuesta completa”, es decir, desaparece de la médula ósea y de la sangre la evidencia de la enfermedad, señala Carlos Fernández Larrea, coordinador del proyecto CAR-T Ari0002h del hospital barcelonés. “Esto no significa curación porque pueden renacer, pero se gana tiempo para tener disponibles nuevos tratamientos”, subraya el hematólogo. En la mayoría de pacientes, el 95%, la respuesta, aunque no sea completa, es positiva.
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