Eutanasia/Holanda: Juntos hasta el final
Publicado: Febrero 15, 2024, 8:29 pm
Un exprimer ministro holandés muere de la mano junto a su esposa en una eutanasia conjunta
Se trata de Dries van Agt, y su esposa, Eugenie Krekelberg. Ambos llevaban 70 años juntos, desde que se conocieron durante su época de estudiantes en Nimega, en el este de Países Bajos. Desde entonces, fueron inseparables.
El ex primer ministro holandés, Dries van Agt, y su esposa, Eugenie Krekelberg, tras celebrar sus bodas de titanio y con más de 70 años de unión, tomaron la decisión de decir adiós a este mundo terrenal en un acto doble de eutanasia, un escenario legal en los Países Bajos.
Y es que, aunque las parejas que deciden poner fin a su vida con una eutanasia programada para un mismo día y hora suponen un porcentaje muy pequeño del total de muertes asistidas en Países Bajos, su número aumenta y son decenas al año.
“Cogidos de la mano”
Fransien van ter Beek, presidenta de la Asociación Neerlandesa para un Final de Vida Voluntario (NVVE), ha sido quien ha comunicado la noticia de que la pareja falleció el pasado lunes 5 de febrero en su residencia y “cogidos de la mano”.
Cabe destacar que el estado de salud de ambos era muy delicado, en especial el de Van Agt, que fue primer ministro de los Países Bajos entre 1977 y 1982 y nunca se recuperó completamente de una hemorragia cerebral que sufrió hace cinco años (2019).
Una vida juntos
Van Agt llevaba 70 años con su esposa Eugenie, a la que conoció durante época de estudiantes en Nimega, en el este de Países Bajos. Desde entonces, fueron inseparables: ella le acompañó y aconsejó durante su etapa como ministro de Justicia (1971-1977), de Exteriores (1982) y como primer ministro de tres gabinetes entre 1977 y 1982.
También estuvo a su lado cuando fundó en 2009 The Rights Forum, centro de conocimientos sobre Israel y Palestina, donde trató de materializar su búsqueda de una solución pacífica al conflicto, algo a lo que dedicó su energía desde que visitó Cisjordania en 1999.
Juntos viajaron por el mundo por trabajo, y fueron inseparables durante décadas. Por eso, también tenían claro que no querían vivir sin el otro. “Hasta que la muerte nos separe”, es lo que se suele decir el día de la boda. Y ellos lo cumplieron a rajatabla.
(...)
https://as.com/actualidad/sociedad/un-e ... onjunta-n/
Se trata de Dries van Agt, y su esposa, Eugenie Krekelberg. Ambos llevaban 70 años juntos, desde que se conocieron durante su época de estudiantes en Nimega, en el este de Países Bajos. Desde entonces, fueron inseparables.
El ex primer ministro holandés, Dries van Agt, y su esposa, Eugenie Krekelberg, tras celebrar sus bodas de titanio y con más de 70 años de unión, tomaron la decisión de decir adiós a este mundo terrenal en un acto doble de eutanasia, un escenario legal en los Países Bajos.
Y es que, aunque las parejas que deciden poner fin a su vida con una eutanasia programada para un mismo día y hora suponen un porcentaje muy pequeño del total de muertes asistidas en Países Bajos, su número aumenta y son decenas al año.
“Cogidos de la mano”
Fransien van ter Beek, presidenta de la Asociación Neerlandesa para un Final de Vida Voluntario (NVVE), ha sido quien ha comunicado la noticia de que la pareja falleció el pasado lunes 5 de febrero en su residencia y “cogidos de la mano”.
Cabe destacar que el estado de salud de ambos era muy delicado, en especial el de Van Agt, que fue primer ministro de los Países Bajos entre 1977 y 1982 y nunca se recuperó completamente de una hemorragia cerebral que sufrió hace cinco años (2019).
Una vida juntos
Van Agt llevaba 70 años con su esposa Eugenie, a la que conoció durante época de estudiantes en Nimega, en el este de Países Bajos. Desde entonces, fueron inseparables: ella le acompañó y aconsejó durante su etapa como ministro de Justicia (1971-1977), de Exteriores (1982) y como primer ministro de tres gabinetes entre 1977 y 1982.
También estuvo a su lado cuando fundó en 2009 The Rights Forum, centro de conocimientos sobre Israel y Palestina, donde trató de materializar su búsqueda de una solución pacífica al conflicto, algo a lo que dedicó su energía desde que visitó Cisjordania en 1999.
Juntos viajaron por el mundo por trabajo, y fueron inseparables durante décadas. Por eso, también tenían claro que no querían vivir sin el otro. “Hasta que la muerte nos separe”, es lo que se suele decir el día de la boda. Y ellos lo cumplieron a rajatabla.
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