Becas: Escaso acceso de la familias más pobres
Publicado: Octubre 2, 2023, 5:17 pm
Menos de la mitad de las familias más pobres recibe alguna beca para material escolar
Una financiación insuficiente o el desconocimiento de los hogares humildes de que tienen derecho a solicitar ayudas pueden explicar esta situación, aunque la falta de información impide conocer las razones con exactitud, según un informe de EsadeEcPol
Estudiar es un poco más caro en cada etapa educativa. El gasto medio en material escolar es de 100 euros por alumno en el primer ciclo de Infantil, 318 euros en Primaria, 398 euros en la Secundaria obligatoria (ESO) y 474 euros en Bachillerato, según el estudio de EsadeEcPol Radiografía del gasto de las familias en material escolar y las becas que ayudan a compensarlo. Los libros y el material informático son los principales responsables de este aumento paulatino, dice el informe. Educación obligatoria... ¿gratuita?
Pero esas medias esconden grandes diferencias en varios niveles. Si se mira a nivel territorial, la Comunidad de Madrid es la más cara y Andalucía la más barata (396 euros de media frente a 255). Si se observa por ingresos de los hogares, el gasto para los más pobres es, en términos relativos, más del doble que para los más ricos; atendiendo a la red de escolarización, el gasto medio de un alumno de un centro público es de 282 euros frente a los 434 de uno que vaya a uno concertado o privado.
Los gastos que exige el sistema se tratan de contrarrestar desde lo público con becas y ayudas a la adquisición de material escolar, pero según Lucía Cobreros y Ángel Martínez, autores del informe, no acaba de funcionar porque no redistribuye como se esperaría. “El sistema no cubre los gastos básicos de los hogares más vulnerables en las etapas de educación obligatoria y Bachillerato. (...) Solo cuatro de cada diez hogares con menor poder adquisitivo reciben alguna beca”, escriben como ejemplo. Menos de la mitad de las familias más vulnerables tiene una ayuda para material escolar.
¿A qué se debe? Cobreros aventura una explicación, aunque lamenta –como sucede en general con todas las becas y ayudas varias públicas– la falta de información pública centralizada que facilite los análisis. “Probablemente sea insuficiente” que solo el 40% de las familias más pobres reciban ayudas, valora de inicio. “Con los datos existentes, no se pueden conocer los motivos y mecanismos [que provocan esto]. Pero el primer problema es de financiación insuficiente: lo que se gasta en becas parece menos que en otros países vecinos.
El sistema no es tan progresivo como los autores piensan que debería ser. Las familias con ingresos medios se ahorran unos 40 euros con las ayudas, a las de ingresos medio-bajo les suponen 25 euros menos, pero las más pobres no ahorran nada.
En segundo lugar, estas familias no tienen acceso a la información, no saben que las ayudas existen. Los investigadores dicen que no hay pruebas específicas de este fenómeno para la ayudas escolares pero que se produce algo muy similar con otras prestaciones como el Ingreso Mínimo Vital. Si además se solapan muchas para el mismo nivel (beca comedor, transporte, beca ministerio), el problema es mayor. Es una cuestión de información asimétrica, las familias con más recursos sí lo saben [que pueden pedir las ayudas]“, argumenta. El capital cultural condiciona la capacidad de acceso.

https://www.eldiario.es/sociedad/mitad- ... 42992.html
Una financiación insuficiente o el desconocimiento de los hogares humildes de que tienen derecho a solicitar ayudas pueden explicar esta situación, aunque la falta de información impide conocer las razones con exactitud, según un informe de EsadeEcPol
Estudiar es un poco más caro en cada etapa educativa. El gasto medio en material escolar es de 100 euros por alumno en el primer ciclo de Infantil, 318 euros en Primaria, 398 euros en la Secundaria obligatoria (ESO) y 474 euros en Bachillerato, según el estudio de EsadeEcPol Radiografía del gasto de las familias en material escolar y las becas que ayudan a compensarlo. Los libros y el material informático son los principales responsables de este aumento paulatino, dice el informe. Educación obligatoria... ¿gratuita?
Pero esas medias esconden grandes diferencias en varios niveles. Si se mira a nivel territorial, la Comunidad de Madrid es la más cara y Andalucía la más barata (396 euros de media frente a 255). Si se observa por ingresos de los hogares, el gasto para los más pobres es, en términos relativos, más del doble que para los más ricos; atendiendo a la red de escolarización, el gasto medio de un alumno de un centro público es de 282 euros frente a los 434 de uno que vaya a uno concertado o privado.
Los gastos que exige el sistema se tratan de contrarrestar desde lo público con becas y ayudas a la adquisición de material escolar, pero según Lucía Cobreros y Ángel Martínez, autores del informe, no acaba de funcionar porque no redistribuye como se esperaría. “El sistema no cubre los gastos básicos de los hogares más vulnerables en las etapas de educación obligatoria y Bachillerato. (...) Solo cuatro de cada diez hogares con menor poder adquisitivo reciben alguna beca”, escriben como ejemplo. Menos de la mitad de las familias más vulnerables tiene una ayuda para material escolar.
¿A qué se debe? Cobreros aventura una explicación, aunque lamenta –como sucede en general con todas las becas y ayudas varias públicas– la falta de información pública centralizada que facilite los análisis. “Probablemente sea insuficiente” que solo el 40% de las familias más pobres reciban ayudas, valora de inicio. “Con los datos existentes, no se pueden conocer los motivos y mecanismos [que provocan esto]. Pero el primer problema es de financiación insuficiente: lo que se gasta en becas parece menos que en otros países vecinos.
El sistema no es tan progresivo como los autores piensan que debería ser. Las familias con ingresos medios se ahorran unos 40 euros con las ayudas, a las de ingresos medio-bajo les suponen 25 euros menos, pero las más pobres no ahorran nada.
En segundo lugar, estas familias no tienen acceso a la información, no saben que las ayudas existen. Los investigadores dicen que no hay pruebas específicas de este fenómeno para la ayudas escolares pero que se produce algo muy similar con otras prestaciones como el Ingreso Mínimo Vital. Si además se solapan muchas para el mismo nivel (beca comedor, transporte, beca ministerio), el problema es mayor. Es una cuestión de información asimétrica, las familias con más recursos sí lo saben [que pueden pedir las ayudas]“, argumenta. El capital cultural condiciona la capacidad de acceso.

https://www.eldiario.es/sociedad/mitad- ... 42992.html