Radio Mirilla

El autor se considera un "liberal" con el mantra del "emprendimiento" y la libertad de empresa, sin embargo critica, de una forma tibia, la esencia del sistema que defiende. Es como si rogara a los que tienen más que, por obra y gracia de sus amorosas voluntades, repartieran el dinero que acaparan con el resto de la humanidad sin mediar, en ello, ningún tipo de solución legal, social, política o jurídica que implique limitar el libertinaje financiero para poner fin al sistema ideológico basado en el individuo, su riqueza personal y la abolición del Estado de Derecho y la democracia en todas sus formas.

Se puede entender que vídeos como estos son movidos por buenas causas y razones. Posiblemente tanto la crítica como el diagnóstico sean correctos, pero el mensaje se pierde cuando la solución pasa por apelar a la conciencia de los ricos. Ese proceder huele un poco al síndrome del esclavo. Desde tal lugar no hay exigencias sociales, derechos laborales u organismos de control a los poderosos ni, menos, fuerzas colectivas que se atrevan a luchar por otras alternativas. Todo queda en manos de la voluntad del poderoso, cualquier otra opción se consideraría caminar hacia el comodín argumental de todo buen capitalista: el comunismo.

Pues la voluntad del poderoso todos sabemos cuál es. Si echas margaritas a los cerdos creo que se consigue más.