WWF denuncia que ha resurgido el furtivismo, uno de los principales factores que llevó al lince al borde de la extinción. Es la segunda mayor causa de mortalidad no natural de la especie (un 5%), muy cerca de los atropellos (un 6%)
Hace dos décadas que el trabajo colaborativo para recuperar una especie única en el mundo, como el lince ibérico, es sumamente concienzudo. Hasta tal punto que la especie ya cuenta con 1.668 ejemplares entre España y Portugal. Pero en el territorio del lince parece haber resurgido el furtivismo, como denuncia WWF. Este es uno de los principales factores que llevó al lince al borde de la extinción. Es la segunda mayor causa de mortalidad no natural de la especie (un 5%), muy cerca de los atropellos (un 6%).
El análisis de WWF desvela que 233 linces murieron ilegalmente desde el año 2000 hasta el 2021, el último con datos disponibles. Algunos de estos crímenes se producen por métodos de caza no selectivos, crueles e ilegales, como los cebos envenenados o los cepos. Otras veces, la muerte es intencionada: este año, un cazador fue condenado a dos años y un día de prisión por disparar a bocajarro a un lince ibérico en Don Benito (Badajoz).
Pero esa condena fue excepcional, pues la inmensa mayoría de estos crímenes quedan impunes o nunca se conocen. Según este nuevo análisis, «tan sólo se logra detectar un 30% de las muertes de lince por furtivismo». Y eso a pesar de que el lince es la especie más estrechamente vigilada de la Península Ibérica: existe un minucioso programa de seguimiento científico de la especie, con miles de cámaras trampa en toda su área de distribución, y los linces criados en cautividad se liberan equipados con emisores GPS.

https://diario16plus.com/cada-semana-un ... -ilegales/